Colombia se volvió parte de mi corazón por el gran amor y apoyo incondicional que recibí de mis hermanos que viven en tan hermoso país. Llevo en mi mente momentos muy especiales que pasé desde el amigable, acojedor y soleado Chinú-Cordova hasta el colorido Medellin con mucho frío y hermosas flores. Dios me envió a alabarle en todos esos bellos lugares de Colombia y me regaló la oportunidad de grabar allí mi primera producción, gloria a Dios en las alturas!. Cada instante que viví en Colombia durante esos dos meses Dios los dispuso llevar su palabra y crecer más en el espíritu. Jamás dejaré de alabar y glorificar Santo Nombre.